jueves, 14 de febrero de 2013

Vigilando los aires de oriente

Por: Dorellis Estiú Cantillo e Israel Hernández Planas

Cada 15 de febrero se celebra en nuestro país el día del trabajador de la aeronautica civil. Una importante tarea dentro de esta rama la constituye el tráfico de control aéreo, departamento que en el aeropuerto Antonio Maceo contribuye a que la aeronave llegue de forma segura a su destino a la hora del aterrizaje y el despegue.

Aviones van y vienen. Es un permanente flujo en el Aeropuerto Internacional Antonio Maceo, de Santiago de Cuba. Por eso cada jornada en su terminal no difiere en la rutina, aún cuando celebren el día del trabajador de la aeronáutica civil. Aquí el colectivo laboral no repara en festividades cuando hay vuelos que atender.

Más de 70 vuelos semanales hacen del internacional Antonio Maceo uno de los aeropuertos de mayor flujo en el oriente cubano. De ahí que cada aproximación o despegue para el personal de tráfico aéreo sea algo muy comprometido. Así lo afirma Guillermo Sagaró Mendoza, quien ha pasado casi medio siglo pendiente de los aviones que sobrevuelan el espacio aereo oriental.

"Es algo  que realmente  requiere mucha concentración. A pesar que los aviones tienen instrumentos que les alertan de cualquier peligro o irregularidad, como la proximidad a otros aviones, es el controlador aéreo quien debe preveer cuando hay situaciones de riesgo y encausar a la aeronave por un espacio  que no tenga otro tráfico aéreo. No tienes derecho a equivocarte", dice Sagaró  mientras su compañera Martica continúa escudriñando los radares.

El pasado 2012 el Antonio Maceo operó mas de 2500 vuelos nacionales e internacionales, aviones que transportaron casi 260 mil personas y 1092 toneladas de carga, este último renglón se vio multiplicado tras el paso del huracán Sandy cuando varios aviones llegaron a la provincia  con ayuda humanitaria.

Con varias aeronaves aterrizando y despegando en un aeropuerto tan complejo como el de Santiago el tráfico aéreo es todo un reto.

Según Antonio Pi Hung, Jefe de Grupo de Control de Tráfico aéreo de la región suroriental la capacitación del personal es casi tan rigurosa como la de pilotos, sobrecargos, etc. "La tecnología es algo muy cambiante en materia de control de tráfico aéreo. Por eso no podemos descuidar las actualizaciones en este sentido. De ahí que el personal de torre y de aproximación siempre estén vinculados a programas de superación", asegura Pi.

El aeropuerto Antonio Maceo es catalogado por muchos pilotos como un portaviones dada su ubicación en un elevado cerro adyacente al mar. Por ello,  tanto pilotos como los especialistas que les guían a pista de forma segura,  ponen su máximo empeño antes de tocar tierra santiaguera y al despegar.

Este 15 de febrero algunos tendrán tiempo para el reconocimiento. Otros como Guillermo Sagaró seguirán guiando desde lo lejos la aeronave que llega o parte desde Santiago de Cuba.

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