lunes, 4 de febrero de 2013

Valle de la Prehistoria, oportunidad ideal para viajar a través del tiempo.

Autor: Dorellis Estiú Cantillo
 Para el ser humano hubiera sido un poco difícil cohabitar con animales que les ganarían en peso y tamaño. Realmente hace alrededor de 65 millones de años atrás, tener una mascota llegaría a convertirse solo en una utopía para la humanidad.
 
 Sin embargo difícil no se convierte para nada en sinónimo de imposible. Hoy día si alguna persona tiene interés en sentirse cerca de lo que fue la Era Mesozoica, no tiene que conseguirse una máquina del tiempo, con solo trasladarse a unos cuantos kilómetros del centro de la ciudad santiaguera se encontrará rodeado de las más exóticas especies de dinosaurios.

Es el Valle de la Prehistoria, único de su tipo en Cuba un centro recreativo y turístico que exhibiendo monumentales figuras en tamaño real de animales pertenecientes a los más arcaicos ciclos de la historia, resulta de gran interés para grandes y chicos.
Desde su apertura en el año 1989 expone al aire libre, en una superficie de 11 hectáreas, casi 200 figuras realizadas con la técnica de ferrocemento, son dinosaurios de todos los períodos prehistóricos desde el jurásico hasta el mesolítico los que allí se encuentran; especies de tiranosaurios, mamuts, tigres diente de sable o composiciones escultóricas que reproducen la evolución del Homo Erectus o del Hombre de Cro-magnon.
El excepcional color verde del valle rodeado de montañas con las lagunas artificiales, resulta la combinación perfecta convirtiéndose en el escenario ideal para grupos de excursionistas, familiares y amigos, que escogen a este sitio como destino a sus paseos, se lleven consigo un recuerdo sin igual.
La amplia cueva que funciona como restaurante es uno de los mayores atractivos del parque, en ella además de sillas, mesas y dependientes dispuestos a brindar un excelente servicio, se observan en las paredes reproducciones de pinturas rupestres que evidentemente facilitan el hecho de sentirse habitante de ese tiempo de la historia.
La verdad es que visitar una vez el Valle de la Prehistoria en Santiago de Cuba, resulta solo un pretexto más para volver, y recomendarlo a todos los conocidos que sabemos disfrutan del buen gusto, del ingenio y la creatividad artística con la que cuenta el hombre siempre que se lo propone. Es una oportunidad más para reencontrarse con la Era primitiva.

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