Por: Dorellis Estiú Cantillo e Israel Hernández Planas
La producción de frijoles gana cada vez más espacio en el ámbito agrícola de Santiago de Cuba gracias al esfuerzo de jóvenes productores como Yuni Guevara Sariol, quien a sus 32 años se erige como uno de los mejores frijoleros del país aportando unas 50 toneladas del grano para el abastecimiento local.
Guevara Sariol llegó un buen día de Pilón, provincia Granma con apenas una maleta y muchas ilusiones bajo el brazo. Corría el año 2000 y tenía sólo 20 años.
“Las tierras eran de mi abuelo. Tenía sólo una caballería pero estaba muy viejito para trabajarla. Me invitó a venir y como el trabajo en el campo siempre ha sido mi fuerte no lo pensé dos veces. Desde entonces estoy trabajando la agricultura aquí en Dos Caminos”, narra Yuni.
A 13 años de llegar a Santiago de Cuba este joven pilonero no olvida cuando tuvo que pernoctar los primeros años en un contenedor de la finca de su abuelo, sin más comodidad que la que ofrecía la naturaleza. Hoy sólo el trabajo le ha hecho un campesino de éxito siendo uno de los mejores productores de frijoles de todo el país.
“Fueron meses difíciles. Tuve que preparar toda la tierra para los cultivos, chapear en muchos sitios y siempre al final de la jornada terminaba cansado durmiendo en el contenedor que ahora me sirve para guardar el alimento de los animales. Gracias a mi trabajo pude construir una excelente casa y todo lo que tengo es fruto del esfuerzo y la generosidad de la tierra”, comenta el joven que además es un excelente productor de cebollas.
Con un record productivo de unas 50 toneladas de frijoles por campaña Yuni sabe como sacar provecho a sus 3 caballerías. Su rendimiento ronda las 1,5 toneladas por hectárea corroborando lo factible de la tierra santiaguera para el cultivo de frijol.
“Aquí todas las variedades resultan factibles para sembrar. Algunas rinden más, otras menos pero lo cierto es que se puede obtener granos de calidad en Santiago de Cuba. Lo malo es que es un cultivo que requiere de agua y en esta temporada la primavera demora en llegar por lo que hay que contar con el riego para lograr una excelente producción”, dice Yuni quien además confiesa que el paso del huracán Sandy desbastó en gran medida sus cultivos, incluyendo 2000 plantas de café.
Una tonelada de frijoles oscila sobre los 800 dólares en el mercado internacional. Productores santiagueros como Guevara Sariol garantizan un nivel de granos de este tipo para la comercialización local minimizando las importaciones de la legumbre, que últimamente ha sido un lastre para la economía nacional llegando a pagarse más de 25 millones de dólares para suplir la necesidad del producto.
Por ello se duplican los esfuerzos en Santiago de Cuba para la obtención de frijoles, porque sembrarlos beneficia desde la economía nacional hasta el plato de cualquier cubano común.
Un promedio de 12 pesos tiene que pagar hoy en día el santiaguero para obtener una libra de frijoles en los mercados agropecuarios. Aunque el precio es catalogado como elevado el frijol es uno de los productos más demandados por la población cubana, acostumbrada a una mesa donde la supremacía la tienen el arroz y el potaje de cualquier legumbre, especialmente los frijoles.
La delegación de la agricultura en el territorio se apoya de productores como Yuni Guevara para ampliar el cultivo de frijoles en el polo agroalimentario más grande de la provincia, Laguna Blanca, donde ya están en preparación los terrenos para multiplicar las toneladas de frijoles que hoy se producen en Santiago de Cuba.